CABO DE GATA - CON "Ñ" DE ESPAÑA -

UN DESIERTO DE PELICULA EN EL MEDITERRANEO   Durante esta pandemia, no dejes de viajar. Sigue con tu vida. No podemos salir al extranjero, p...

martes, 22 de junio de 2010

TANZANIA EL ENCANTO DE AFRICA


Un safari por Tanzania es, sin duda, uno de los viajes más auténticos, anhelados y mitificados por la literatura y el cine. Más aún si incluye los grandes y legendarios Parques Nacionales: Serengueti, Ngorongoro, Tarangire y el monte Kilimanjaro. Nos sentiremos unos privilegiados en medio de las extensas llanuras salpicadas de elegantes acacias, siguiendo el rastro a los animales en su hábitat natural. El objetivo es ver y fotografiar a los cinco grandes: león, leopardo, rinoceronte, búfalo y elefante.
Para conocer este destino debemos emplear al menos doce días, y si es posible con un guía que hable español para no perdernos ni un solo detalle. La mayoría de los hoteles en Tanzania son tipo lodges, comodísimos y con buena comida. Para los más aventureros, yo os recomiendo la acampada (no al estilo camping europeo). Aquí viajarás con chófer, guía y cocinero. Y no pienses que dormirás en una tiendecita de campaña pequeña. Son campamentos perfectamente equipados (muchos son de lujo) y situados en zonas protegidas, no olvides que estás rodeado de animales salvajes.


Las carreteras son en realidad caminos de arena en su mayoría o lo que llamamos pistas. Los trayectos se realizan en vehículos todoterreno que compartirán cuatro o seis personas, aunque si lo lo pagas por supuesto, puedes ir solo con tu acompañante. 

Otra forma ideal de hacer los traslados entre parques es en avioneta. Un lujazo. Pero nos perderemos el ambiente de las poblaciones que crecen al borde de las carreteras, con puestos de comida y tiendas improvisadas, que sirven tanto de peluquería como para venta de comestibles. La gente anda por los arcenes camino de sus trabajos y los niños van a la escuela. Las matatu o autobuses van hasta los topes. Y, al fondo, los jóvenes pastores masais, arropados con sus telas de un rojo intenso, deambulan por las llanuras al cuidado de sus vacas. Su idioma es el suajili. Pero te van a sorprender hablando en español.

Lo más probable es que comencemos nuestro recorrido en Arusha, una modesta ciudad a los pies del monte Meru, conocida por ser la capital de los safaris. Su proximidad a los grandes Parques Nacionales del norte de Tanzania, como el del Serengeti, han convertido Arusha en uno de los centros turísticos más importantes del país. Todo lo que puedas necesitar para tu aventura africana deberás conseguirlo aquí.
Una de esas perlas olvidadas en los safaris que se organizan por el norte tanzano es el Parque Nacional del Lago Manyara (entre Arusha y el Ngorongoro), una llanura de unos 350 km2, la mayor parte de los cuales están cubiertos por un extenso lago de aguas alcalinas.

Si llegas pronto por la mañana es muy probable que topes con un curioso comité de bienvenida: numerosos grupos de monos –babuinos y monos azules– que, frente a la poca afluencia de vehículos a esa hora del día, invaden todos los caminos. 

Durante la época seca es muy fácil ver a los grandes mamíferos, normalmente jirafas y elefantes, paseando tranquilamente por el lecho seco del lago.

Vengas cuando vengas, no obstante, la mayor atracción en Manyara la encontrarás precisamente en el centro de la laguna: una espectacular colonia de tres millones de flamencos. Otro de sus grandes reclamos es la existencia de leones que trepan a los árboles, una costumbre fuera de lo común en estos felinos.


Arusha es un buen lugar para comprar souvenirs. En las inmediaciones de Boma Road y Joel Maeda Street suelen concentrarse gran número de vendedores ambulantes. Pero si buscas piezas de mayor calidad puedes dirigirte a las tiendas de Boma Road o al mercado de artesanía. Lo más típico son las tallas de la étnia Makonde, las kanga – indumentaria tradicional de las mujeres tanzanas –, cestería y los objetos hechos a partir de latas... Ten en cuenta que el regateo aquí es una práctica habitual.

El Serengueti es una de las reservas naturales más importantes del mundo. Es famoso sobre todo por la migración anual de ñus azules. Más de 1,5 millones de animales cruzan a Masai Mara.

El Serengueti nos ofrece un paisaje de grandes planicies, que es el significado de su nombre: llanuras infinitas. Y el mundo animal es brutal: aquí, el león casi siempre pierde a la presa, los elefantes usan su devastadora fuerza para arrancar los árboles de la tierra, y los buitres disfrutan dándose un festín con un cachorro de impala. Es la esencia de África, una belleza que deja sin palabras a todo aquel que la visita.
El Parque Nacional de Tarangire, se fundó en 1970 y se extiende a lo largo de casi 2.600 km2. Tiene menos visitantes que los otros parques y sigue siendo casi un secreto bien guardado. Es famoso por los majestuosos baobabs, sobre todo en el norte, y más al sur están los árboles candelabro. Aquí vas a ver grandes rebaños de elefantes que avanzan lentamente hacia el río Tarangire; leones, ñus, cebras y más de 300 especies de aves. Entrar en este parque es una experiencia muy diferente a la del Serengueti. Habrá momentos en los que te parecerá que todo ese espectáculo de la Naturaleza se representa sólo para ti.


Pero el punto culminante de este safari es, sin lugar a dudas, el cráter de Ngorongoro, con una caldera de unos 20 km de ancho que acoge más de 30.000 animales. Lo que hace único al Ngorongoro es el escenario, con una pared que se eleva unos 600 o 700 m sobre la caldera. El cráter está atestado de visitantes, pero este increíble espacio natural es capaz de entusiasmar a todos. Hay que madrugar para empezar el safari. Lo más esperado es poder ver una cacería de leonas, o al menos verlas rondar a sus presas. Hay que tener paciencia porque la espera puede llevar horas, pero es muy emocionante.

En lo alto del cráter están los hoteles, a 2.285 m. Hay uno mítico que domina una de las vistas más espectaculares de la Tierra. Es el famoso Hotel Crater Lodge con decoración barroca safari, candelabros de bronce y arañas de cristal. El colmo del lujo: una cena a la luz de las velas en un balcón al borde de la caldera.

El monte Kilimanjaro, la cima más alta de Africa con sus cumbres nevadas, han sido siempre el sueño de aventureros y exploradores.

De camino a la cima, la larga fila de porteadores y guías dibuja un itinerario serpenteante a lo largo de la selva antes de llegar a la sabana de la montaña. El último campamento, a 4.600 m de altitud, se asienta en las últimas pendientes del cono volcánico. El ascenso es duro y agotador, pero increíblemente gratificante. Pocos consiguen reprimir las lágrimas cuando leen la señal que dice: "Enhorabuena. Está en la cima Uhuru, el punto más alto de África, a 5.895 metros sobre el nivel del mar". A esta altura escasea el aire y el corazón late como un caballo a galope. Pero lo más impactante es el hecho de tener delante todo el continente africano. Es una sensación pura, tan emocionante y primitiva que sólo África es capaz de dar.


Unos días en Zanzibar,la pequeña isla de la costa Suajili pondrán la guinda al safari con increíbles imágenes de postal. Como los dhows (embarcaciones de vela latina) flotando sobre un mar transparente y celeste, y playas de arena blanca con enormes palmeras que se inclinan con la suave brisa tropical. Un lugar idílico con un pasado bastante más tremendo.

Es conocida como la isla de las especias, por su industria del clavo. Hay una ruta (spice tour) que puedes seguir por las plantaciones para ver, oler y probar las frutas tropicales y otras especias de la isla, como el cardamomo, la canela o la nuez moscada. Pero esta isla también fue un centro esclavista y hay otro recorrido que pasa por sitios que recuerdan este duro pasado sobre todo en la capital, Stone Town. Hay excursiones en barco que te auguran un baño con delfines. No es muy difícil encontrarlos. También puedes ir a la isla Changuu para ver las tortugas gigantes y practicar el buceo.


LOS MASAI


También llamados los hombres de rojo, no representan la tribu más numerosa de Tanzania pero sí la que perdura con una forma de vida y costumbres ancestrales. Los niños y adolescentes, cubiertos con telas rojas, se dedican a pastorear con sus rebaños de ovejas y vacas, con la lanza en mano para defenderse del ataque de los depredadores. 

Hacia los veinte años se convierten en guerreros adultos y más tarde pasan a ser veteranos y pueden casarse. Resulta muy interesante visitar un poblado masai. 

Asistir a su espectacular danza de saltos con los que demuestran su hombría, escuchar sus canciones e incluso entrar alguna de sus chozas te costará unos 20 € . Se paga directamente al jefe del poblado o a su hijo.

Algunos hablan español y te explicarán sus costumbres. Al final de la visita querrán venderte algunos de los abalorios, las pulseras y collares multicolores, las calabazas secas que utilizan para mezclar la leche y la sangre, y hasta sus machetes, bastones y lanzas. Puedes regatear si te interesa algo.


CUIDADO CON LOS SOUVENIRS

Un recuerdo hecho a partir de especies exóticas puede salirte muy caro: en Tanzania se preveen hasta penas de prisión por la exportación de especies protegidas. Los controles en la frontera suelen ser bastante estrictos, así que abstente de sacar: marfil, cuerno de rinoceronte, pieles, plantas, animales vivos o muertos (incluso insectos) y madera de sándalo. Para la exportación de otros productos, como aloe vera, corales, conchas de animales marinos o pieles de reptiles, tienes que adquirir un permiso especial.


UN IMPRESCINDIBLE EN TU VIAJE A TANZANIA

Una de las cosas que debes incluir en tu safari es una noche de campamento en un Parque Nacional. Es una experiencia contemplar la puesta del sol entre las acacias, hablar junto a un fuego y escuchar el sonido de los animales por las noches.


Programa de radio "DE VIAJE POR NUNAVUT" en Radio Sport (91,4 FM)
Sábado 19 de junio 2010
Enrique Torres (El viajero impenitente)

2 comentarios:

cabezapie dijo...

con tu permiso, enlazo este blog a mi página en Facebook.
http://www.facebook.com/group.php?gid=129113203783100

Saludos.

Trekking & Adventure Spain dijo...

Muy interesante tu post sobre este impresionante país. Quiza el mejor destino para ver fauna salvaje en el planeta.
JAM